La provincia de Zaragoza se encuentra en dividida por el valle del Ebro. Éste enclave corresponde con los grandes escenarios para la pesca de ciprínidos y grandes predradores con siluros, percas, bass, carpas y barbos. Son zonas habitadas por especies depredadoras en convivencia con los ciprínidos, que ocupan las aguas más turbias o calmas y embalsadas. Entre muchos de estos lugares destacan los embalses de Ribarroja y Mequinenza e incluso el propio río Ebro en todo su recorrido. Todo este territorio está salpicado de grandes mares interiores con numerosas posibilidades de pesca y tramos bajos de los afluentes del río Ebro.
En estas aguas cada vez mejor tratadas y limpias habitan carpas (Cyprinus Carpio) enormes, introducidas ya por los romanos y de comportamiento y costumbres inalteradas. A revueltas con ellas viven siluros (Silurus Glanis) descomunales, y que una vez pescados, fotografiados, y devueltos al agua, se hacen virales asombrando al mundo entero, todo esto sucede porque aquí se dan unas determinadas condiciones ambientales endémicas y muy favorables que benefician al pez y le dotan de una elevada y progresiva tasa de crecimiento ya sobradamente constatada.
Cada año el tamaño de los siluros y carpas aragonesas es mayor. Pero resulta que con las demás especies del Ebro ocurre lo mismo y su tamaño y poblaciones son prósperas. Otras especies de reseñables son:
- Luciopercas (Sander Lucioperca) de hasta 10 kg
- Black Bass (Micropterus Salmoides) de hasta 4 kg
- Percas (Perca Fluviatilis) de hasta 4,5 kg
- Gardones (Rutilus Rutilus) de hasta 4 kg
Y la lista de especies pescables menores a las que se puede tentar es mayor todavía en aguas más concretas. Puedes también encontrarte en tu anzuelo con lucios, barbos etc.
Mar de Aragón y Ribarroja
El Mar de Aragón que forma el embalse de Mequinenza primero y el de Ribarroja después es una sucesión de quinientos kilómetros de costa interior con espectaculares paisajes de cortados, bosques y acantilados que sorprenden al visitante. En ellos los pescadores hallan un paraíso único en Europa para la pesca por lo que se ha convertido en un referente mundial para los aficionados a la pesca.
Muy próximo, en Sástago, merece una visita el Monasterio de Rueda, un conjunto medieval cisterciense junto al Ebro que está muy bien restaurado y que nos permitirá conocer la vida monacal de la Edad Media.
Embalse de la Tranquera
Es el humedal más grande e importante de toda la zona. De costas irregulares formadas por la inundación del río Piedra un terreno abrupto. Cuando baja el nivel en verano emergen entre el agua algunas peñas rojizas. Además de la pesca, es fundamental visitar el famoso Monasterio de Piedra, donde agua y roca se funden de forma inolvidable dando lugar a un paisaje de cuento de cascadas, grutas y lagos realmente sugerente.
Otros cotos deportivos en la provincia de Zaragoza
Calatayud y el río Jalón combinan la actividad deportiva en un paisaje natural con una riqueza monumental en arte mudéjar, que combina de forma irrepetible la arquitectura cristiana con la decoración de tradición musulmana. Desde el embalse de Maidevera, en el río Aranda, entre barrancos y sierras, además de practicar la pesca se puede acceder al Parque Natural del Moncayo por su cara más desconocida, frontera natural entre Aragón y Castilla.
Río Ebro
La mejora de la calidad de las aguas ha enriquecido la vida salvaje del río a su paso por Zaragoza, una ciudad que por sí misma es un atractivo turístico bien conocido en el que disfrutar varias jornadas de su cultura callejera, viva y vibrante. Los galachos de Juslibol, antiguos meandros abandonados por el río y muy cercanos a la ciudad, también son un destino deseado tanto por pescadores de caña como por senderistas que gustan de pasear por este curioso ecosistema de humedales y bosques de ribera.
Otros atractivos del territorio
En el valle del Ebro, la variedad del paisaje es un rasgo distintivo. Montañas surcadas por valles, contrafuertes prepirenáicos en avanzadilla hacia Huesca, las hermosas vistas que ofrece el Mar de Aragón, originado por la construcción en el Ebro de la presa de Mequinenza (el embalse más extenso de Aragón), el gran promontorio del Moncayo a cuyo pie se ubica el bello monasterio cisterciense de Veruela, el espléndido y agreste paisaje de los Monegros… las ciudades de Calatayud, Tarazona, Daroca, Sos del Rey Católico, Uncastillo… todas ellas declaradas Conjunto Histórico.
La ciudad de Zaragoza, ofrece los atractivos de una gran urbe con la historia de sus más de 2000 años. La ruta romana, la basílica del Pilar y la catedral de La Seo, son destinos prioritarios de los visitantes al llegar a la ciudad. El arte islámico tiene su ejemplo más representativo en el palacio de la Aljafería. Y la ruta de Goya, que partiendo de su pueblo natal, Fuendetodos, y pasando por varias localidades, nos lleva a ver sus pinturas del Pilar, Cartuja de Aula Dei y Museos de Zaragoza.