Especies pescables Fishing in Aragón

El listado de especies dulceacuícolas presentes en Aragón es muy amplio. La variedad de ecosistemas naturales facilita la conservación de especies autóctonas cuyo valor e importancia endémica es incalculable.

Se trata generalmente de escasas poblaciones de ciprínidos amenazados como el Barbo culirroyo (Barbus haasi) blénidos como el pez Fraile (Salaria fluviatilis) y otros muchos de escaso tamaño a los que los pescadores obviamos apoyando así a su conservación y prosperidad en nuestras aguas.

Por otro lado, en ecosistemas más antropizados como los embalses, especies autóctonas también amenazadas o en franca regresión coexisten en minoría con nuevas especies invasoras. Es el caso de la Madrilla (Chondrostoma Toxostoma), el Barbo mediterraneo (Barbus bocagei) o el Barbo común de la cuenca del Ebro (Barbus graellsii), y que ocasionalmente pueden ser capturados. En este caso la devolución inmediata al agua de estos ejemplares es la mejor medida a adoptar por el pescador.

Dejamos excluidas estas especies para realmente centrarnos en las que presentan mayores posibilidades de captura y mejores cualidades deportivas para la pesca.

Salmónidos

Trucha Común

La reina indiscutible de todos los cursos de agua rápidos y oxigenados de Aragón es la Trucha Fario (Salmo trutta fario). Alcanza unos tamaños notables en poco tiempo si las condiciones y alimento en su hábitat le son propicias. No alcanzan tallas mayores por la altitud en la que habitan y lo agreste de su localización. Su tamaño, que supera fácilmente los 30 cm. en cualquier río, y que en zonas y momentos propicios pueden alcanzar incluso los 5 kg en río, no es lo que la caracteriza porque el verdadero aliciente de su pesca es su genética endémica y pura.

Los ríos son mimados y reforzadas sus poblaciones con huevos depositados en “cajas vivert” por lo que siempre nos enfrentamos a truchas salvajes nacidas en el propio río.
En los lugares permitidos por la ley de pesca, generalmente en cotos de pesca intensiva cerrados y en régimen extractivo, es donde únicamente se repuebla con Trucha Arco iris (Oncorhynchus mykiss). Pero todos los esfuerzos van dirigidos a la conservación y potenciación de la trucha común y hay siempre una medida mínima del pez para su captura, de obligado cumplimiento, para evitar la muerte de animales inmaduros.

En los embalses todavía habitan grandes truchas que sorprenden a quien intenta su pesca, y en los ibones de la alta montaña viven Salvelinos (Salvelin us fontinalis) de preciosa librea y feroz comportamiento.

Lugares excepcionales por su calidad y abundancia de ejemplares son: la selva de Oza, el Valle de Bujaruelo, Benasque, la Sierra de Albarracín y otros tramos del río Jiloca y el Jalón.



Ciprínidos

En Aragón hay diversas especies de ciprínidos: autóctonos algunos como los barbos, los cachos o las tencas y otros provenientes de cruces como los carpines y otros introducidos como el Gardón.

Carpa

La carpa común o carpa europea (Cyprinus carpio) es el ciprínido rey de las aguas aragonesas ya que habita prácticamente en todas ellas. Aunque actualmente se considera una especie alóctona e invasora lleva con nosotros la friolera de 2000 años, ya que fueron los romanos quienes la trajeron. A lo largo de la historia ha sido ensalzada por todas las culturas y cultivada como medio de sustento, criado en estanques como pez ornamental, y últimamente considerado uno de los peces más deportivos y buscados por el pescador moderno.

En Aragón las carpas que pueblan los ríos son generalmente de genética salvaje y muy adaptadas a las corrientes. Pueden distinguirse por su librea más oscura, casi negra. Son mayoritariamente de la variedad común o completamente escamadas, con preciosas tonalidades cobrizas, doradas y anaranjadas. En los embalses son más variadas y las carpas royales también son muy frecuentes.

Lo que distingue a las carpas que aquí encontrarás es que son rollizas, prietas, glotonas y alcanzan unos pesos muy considerables. Estas aguas se caracterizaban hace unos años por contener demasiadas carpas, casi suponían una plaga en algunos lugares, y no aumentaban de tamaño ni había buenos ejemplares porque la competencia por la comida era tal que sus tamaños nunca prosperaban. A esto se unía la falta de depredadores naturales, pero esto cambio con la llegada del siluro. Porque depreda sobre ellas, pero esto mismo sanea sus poblaciones, produce una selección natural, y de este modo el ecosistema ha mejorado en equilibrio.

Actualmente, el número de carpas en los embalses del Ebro es inferior, pero está poblado por ejemplares sanos, que crecen adecuadamente hasta unos tamaños antes inimaginables, equipando su ratio de crecimiento al de los mejores lagos europeos. Cuidamos enormemente las carpas de Mequinenza y Ribarroja porque sus tamaños son lo que las hace atractivas para el pescador. El tamaño medio de las capturas está sobre los 16 kg siendo muy frecuentes las de más de 20 kg. Las carpas record oficial han alcanzado 32 kg en Mequinenza y Ribarroja.

Son peces muy viajeros que se desplazan por diferentes zonas del embalse según la estación del año. Estas carpas son muy apreciadas en el resto de Europa por su fama de luchadoras gracias a sus grandes aletas y mayor longitud. La técnica especializada para su captura es el carpfishing, en el que el respeto por la captura y su posterior devolución al agua son sus pilares fundamentales. Al ser una técnica muy practicada en Europa por pescadores que recorren muchos lagos diferentes tras ella.

Mequinenza y Ribarroja se han convertido en un destino de los mejores del circuito para la practica de la pesca de grandes carpas. Tras ellas se realizan numerosas competiciones y el Cto. del Mundo 2015 se celebró aquí.


Grandes depredadores

Blackbass

El blackbass (Micropterus salmoides) aunque no sea el de mayor tamaño aquí, es siempre el pez más buscado de entre todos los depredadores y el más veterano de entre las especies ahora presentes en Aragón. Este pez originario de Norteamérica fue introducida en el Embalse de Mequinenza en 1955 y de forma legal a la vez que en otras aguas de la península Ibérica.

Su pesca se realiza casi siempre desde embarcación. Prefiere aguas calmas y claras con vegetación acuática y habita zonas inaccesibles de los embalses. Su pesca es muy deportiva por su carácter luchador, con fuertes picadas, carreras y saltos espectaculares y a ella se dedican la mayoría de competiciones en Aragón.

Alcanza un tamaño de unos 4 kg si bien la media de peso es de unos 2 kg habitualmente. Le afecta mucho la climatología reinante, las condiciones del medio y la época del año. Si bien se realizan grandes pescatas en determinados momentos, los basses aragoneses destacan por su desconfianza y dificultad y suponen un reto para los mejores. Japoneses y especialmente americanos, verdaderos descubridores de esta pesca aquí, todavía disfrutan de estas aguas como banco de pruebas permanente de sus técnicas y señuelos.

Está presente principalmente en los cotos deportivos de Ribarroja y Mar de Aragón en Zaragoza, en los embalses de Santolea y Calanda en Teruel, y en los embalses oscenses de Santa Ana, Canelles, Mediano y Escales. También habita pequeños lagos y charcas en menor medida.


Lucio

Otro pez depredador, muy deportivo y apreciado en Europa y que alcanza considerables tamaños es el lucio (Essox Lucius). Pese a que fue el único depredador ibérico tras su introducción legal en 1949, aquí ha sufrido mayor competencia con otras nuevas especies ictiófagas, y dado que le afecta en mayor medida la degradación del medio, se encuentra en franca regresión. Al ser su presencia actual tan incierta y escasa, no se contempla como una especie deportiva de primer orden y podemos obviar su pesca.

Perca

Perca Fluviatilis - Ribarroja
Perca Fluviatilis – Ribarroja

La perca europea (Perca Fluviatilis) ha revolucionado la pesca con señuelos en estas aguas en muy poco tiempo. Se trata de un depredador de mediano tamaño, que posee una morfología típicamente perciforme, está dotada de unas bandas anaranjadas verticales a lo largo de sus flancos que la diferencian claramente de otros pércidos. A este depredador lo caracterizan su movilidad, voracidad, y capacidad de adaptación al medio ya que convive perfectamente entre otros depredadores.

Fue la última especie foránea en aparecer en aguas aragonesas. No hace más de 15 años y se ha aclimatado perfectamente. Ocupa diferentes lugares del embalse en función de las condiciones, casi siempre agrupada en cardúmenes, resguardada en profundidades importantes y de aguas calmas. Alcanza pesos mayores que en sus aguas europeas de origen y es una presa codiciada por muchos pescadores. Alcanza fácilmente los 3 kg y todavía está en plena expansión.
Si bien dar con ellas no resulta sencillo, una vez localizadas las picadas son numerosas y su pesca es de las más agradecidas dado su afán por picar y su combatividad al ser capturadas.

La Perca habita casi exclusivamente en los embalses de Mequinenza y Ribarroja donde su pesca ya es muy popular y complementa grandes aventuras de pesca.

Lucioperca

La lucioperca (Sander Lucioperca) es un pez fuerte con el cuerpo alargado y coronado por una doble aleta dorsal espinosa de buen tamaño. Posee una cabeza potente, con fuertes mandíbulas y cuatro colmillos que son su rasgo distintivo. Depredador de hábitos nocturnos en el que también destacan sus ojos, grandes y con una visión magnífica y que le permiten una mayor absorción de luz incluso en grandes profundidades.

Actualmente es el pércido que alcanza mayor tamaño en las aguas de Aragón, habiéndose constatado en el embalse de Ribarroja capturas cercanas a los 12 kg y una talla superior al metro de longitud. El tamaño medio es de 2 o 3 kg y depende de los bancos localizados sus capturas pueden ser muy numerosas. Pescadores franceses que son sus grandes conocedores aseguran que aquí puede alcanzar las mayores dimensiones de Europa y lo definen como un pez con una picada muy delicada y potente, y su insistencia pescando en nuestras aguas así lo puede certificar.

Su origen es centroeuropeo y se introdujo en Cataluña en los años 80 llegando a Aragón de forma ilegal apareciendo de repente en muchas masas de agua.

En la actualidad su presencia está muy localizada pero casi exclusivamente en los grandes embalses de fondos pedregosos. En el embalse de Ribarroja probablemente se pesquen los mayores ejemplares, pero también se ha aclimatado perfectamente a las aguas frías, o al menos profundas y con ligera corriente que son sus hábitats más favorables. Es muy frecuente en el Mar de Aragón, y también en embalses de la provincia de Huesca como Mediano, La Sotonera o Santa Ana.


Siluro

Definir el papel actual que ocupa el siluro en esta región pasa por tener que reconocerle como el gran protagonista y verdadero embajador de nuestra pesca en el extranjero. Los pescadores ávidos de emociones fuertes que nos visitan lo hacen buscándole a él. En torno a su pesca se ha creado una fuerte infraestructura en los cotos de Ribarroja y Mar de Aragón.

Siluro Caspe
Ejemplar de Siluro pescado en Caspe

El Siluro (Silurus glanis) es una especie originaria de los grandes ríos de Europa Central que se ha ido extendiendo fuera de su área natural. España ha sido uno de los países donde su aclimatación se ha producido de forma más rápida y prolífica. Desde su introducción intencionada e ilegal en el río Segre y el embalse de Ribarroja en 1974 ha logrado expandirse progresivamente a lo largo del río Ebro colonizando sus afluentes y embalses. Su rápida adaptación es debida a su propia naturaleza, tan resistente y tan bien adaptada al medio. Las aguas cálidas e inviernos más suaves favorecen su rápido desarrollo.

Alcanza unas considerables dimensiones que no se dan en el norte de Europa. El record está en Ribarroja con un ejemplar de 2,63 metros de longitud y un peso superior a 120 kg.
Su pesca una actividad muy emocionante y atractiva ya que en determinados lugares del río Ebro es muy abundante, y especialmente en Ribarroja y Mequinenza el tamaño medio de las capturas se sitúa entorno a los 2 metros de longitud.

Es un pez muy sigiloso, de lentos movimientos y que incluso presenta largos momentos de inactividad, pero a la vez sus arrancadas son veloces y muy potentes. Su cuerpo es muy alargado, serpentiforme, musculado y sin escamas, con una cabeza ancha y aplanada. En ella sus ojos minúsculos le sirven de muy poco, ya que con sus largos bigotes y su línea lateral registra cualquier tipo de vibración por leve que esta sea. Por este motivo es un experto cazador en aguas turbias o cenagosas. Alterna las mayores profundidades con otras zonas muy someras donde con su boca sobredimensionada caza emboscado todo tipo de presas de una forma característica e incluso audible.

Con el paso de los años aquellas primeras explosiones demográficas que colonizaron tantas masas de agua han dejado paso una menor población de siluros pequeños. También se posicionan en zonas concretas conviviendo con otras especies en armonía y su presencia se ha reducido. Eso sí, su desarrollo aquí ha demostrado ser el mayor y más rápido de todos, superando los tamaños que alcanzan en los grandes ríos Europeos como el Rhin, Po y Danubio donde tiene esta especie su cuna de origen.

Los especialistas dedicados a la pesca del siluro visitan y conocen este enclave privilegiado. Todos desean medir sus fuerzas con estos colosos aragoneses.
Los Principales lugares para su pesca son el Mar de Aragón, Ribarroja y Rio Ebro.