La carpa común (Cyprinius carpio), aunque no es una especie 100% autóctona, lleva en el río Ebro desde antes de 1900. Siendo el propio Río Ebro, el Mar de Aragón y el Embalse de Ribarroja los lugares más adecuados de pesca. Hoy en día en las aguas de la comunidad hay ejemplares de más de 20kg.